Inspirándome en las 1004 gruyas que le he enviado a mi hermana a Alemania y el encanto y la delicadeza que desprenden los papeles y los pliegues de origami, he pensado en regalar una gruya esperanzadora en cada uno de los gorritos.
Para mi hacer pliegos de origami es como rezar a la vez que despeja mi mente y pienso solo en las alas de la gruya que vuela alto hacia lugares a los cuales mi imaginación no alcanza a imaginar.
A la vez confecciono móviles diminutos con ramitas del bosque, una flor de cerezo de origami y unas cuantas gruyas.
Los cerezos ya estan brotando y desplegando todo su encanto.
Este corazón de gruya es para todas aquellas personas que sienten que les falta algo, esten enfermos de cáncer o no.
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